LA APRECIACIÓN
PLÁSTICA DE ESTILOS ARTÍSTICOS.
LA NECESIDAD DE
JUICIOS CRÍTICOS.
LAURA NICOLÁS GAMBÍN
“El arte y los artistas” Introducción a La
Historia del Arte.
Gombrich, E.
Gombrich, E.
Este autor nos muestra
la evolución de la percepción del arte y de los artistas. Todo comienza desde
los hombres que utilizaban tierra coloreada para pintar en sus cuevas las
gruesas formas de animales cazados hasta la moderna concepción del arte grafitero
en las calles. A todas estas actividades las podemos denominar arte, la
cuestión es que no todo el mundo está de acuerdo, para algunos a los que un
cuadro les inspira belleza para otros puede ser una aberración al arte, no
todos tenemos el mismo significado de belleza, los mismos gustos o
preferencias.
Gombrich también hace
referencia a la expresión facial o corporal de un personaje de un cuadro, cuyos
rasgos le hacen parecer realistas. Cuando la gente tiene su primer contacto con
el arte casi siempre entienden que si un cuadro no está realizado con tal
precisión y detallismo como para que aparente ser realista, tachan al autor
como pésimo o evalúan el resultado como incorrecto. Pero sin ir más
lejos, el autor nos muestra dos obras de diferentes autores, un cuadro de
Durero (1502) con la imagen de un conejo pintado con acuarela y con el más
mínimo detalle trazado y por otro lado nos muestra el cuadro de Rembrandt
(1637), Elefante, el cual se realizó con pocas trazas pero con
las necesarias para trasmitir la dureza y las arrugas de la piel del elefante,
los dos representan a un animal con todas las características que poseen, la
diferencia es el modo de hacerlo o representarlo pero la perfección es algo de
lo que no carece ninguno de los dos.
Adelantándonos un poco
en la historia llegamos al arte moderno, el cual fue una revolución muy
criticada pues se creía que el artista “estaba obligado a saber más”.
Los autores del arte moderno pintaban su manera de ver las cosas, por ejemplo Gallo de
Picasso (1938), está claro que la imagen es un gallo pero no como los que se
veían en los corrales sino más bien una caricatura del animal. Esto era lo que
la gente criticaba, pero los artistas de esta época tenían conocimientos
sobrados como para hacer un dibujo con corrección.
El autor de este
documento apunta una gran verdad, “lo que nosotros llamamos obras de
arte no constituyen el resultado de alguna misteriosa actividad, si no que son
objetos realizados por y para seres humanos. Cada uno de sus rasgos es el
resultado de una decisión del artista”.
En conclusión, las
palabras de este autor me resultan conocidas y una iluminación para aquellos
que critican sin saber, he oído frases como: “eso lo hago hasta yo”, es
posible, pero el bagaje cultural que lleva a unos artistas, con conocimientos
suficientes de pintar “con corrección”, a representar una emoción, una palabra,
un paisaje o una figura, con dos manchas rojas y una línea azul sobre un lienzo
es difícil que cualquiera pueda representarlo. Una vez tuve la oportunidad de
hablar con Alberto Sevilla y Miguel Fructuoso, dos artistas murcianos que para
mí son de mucha categoría, durante la conversación salió este tema y ambos
coincidieron con el autor diciendo que ellos podían realizar un cuadro a todo
lujo de detalles, pero que para ellos esta forma de pintar no era su forma de
expresión. Por tanto pensemos antes de criticar, independientemente de si nos
gusta o no un cuadro, el punto de vista del autor, que idea o que le surgió a
este para crear una obra.
PEPA
RUBIO SÁNCHEZ
“El arte y
los artistas” (E.H. Gombrich).
El extracto que hemos estudiado
pertenece a la obra de Gombrich, “La historia del arte”, dirigida a jóvenes
lectores y que constituye un aprendizaje constructivo de los hitos del arte.
Esta es una de las más famosas obras sobre arte y supone una introducción al
arte en su globalidad. Tanto su difusión como la crítica que obtuvo refuerzan
su importancia.
El autor comienza este capítulo
haciendo referencia a la idea de que no existe el arte sin el artista. Una obra
no puede ser calificada de arte si no hay una persona o artista que con ella
quiere transmitir un sentimiento, una idea o un deseo. Cuando se analiza una
obra, sea del carácter que sea, se tienen en cuenta muchos aspectos como la
belleza, el sentimiento que quiere transmitir el autor, la destreza del
artista, etc. Sin embargo, el autor del artículo señala que uno de los
requisitos que debemos cumplir para poder contemplar una obra, y es
desprendernos de costumbres y prejuicios.
Dicho esto, nuestro autor también
recuerda que es imposible fijar unas normas a través de las cuales se determine
lo que es o no es arte. De hecho, como expone el autor a lo largo del artículo,
el arte se ha percibido de formas distintas a lo largo de la historia. Aspectos
que han sido en otros momentos considerados erróneos o faltos de técnica, han
sido considerados en otros momentos como grandes obras de arte que han
conseguido transmitir fielmente el pensamiento de su artista y ha conseguido
conectar el observador.
Gombrich quiere acercar al lector
a la importancia de una obra o artista a través de los hitos de la historia del
arte. Nos guía a través de la historia desde los primeros pobladores
hasta nuestros días. Sin duda, la obra de Gombrich es considerada una obra
clave para cualquiera, independientemente de sus conocimientos previos en la
materia, que quiere sumergirse en el mundo del arte.
“La belleza
como proporción y armonía” (Eco, U).
El extracto pertenece a la obra de
Umberto Eco “La historia y la belleza” publicada en 2005. El autor pretende
acercarse a la belleza de distintos elementos.
Hace referencia en primer lugar al
número y la música. Umberto mantiene que el sentido común dice que la belleza
está en la proporción. Como recuerda, es Pitágoras el primero que busca
vínculos entre las matemáticas y la estética. Nace así una visión
matemático-estético del universo. Según Pitágoras, las cosas existen porque en
ellas se cumplen leyes matemáticas, de modo que estas leyes se convierten en
condición de existencia y de belleza. En el ámbito musical, la proporcionalidad
se desarrolla a través de la armonía.
Con respecto a la arquitectura,
nuestro autor vincula las relaciones de los intervalos entre elementos
arquitectónicos con las relaciones que regulan los intervalos musicales.
Aquella concepción matemática del mundo aparece de nuevo con Platón.
En lo que concierne a la
proporción en el cuerpo humano, Umberto rescata la proporción correcta que
refleja la estatua de Policleto del siglo IV a.C. Estas proporciones se adaptan
a la visión del espectador. La euritmia hace referencia a la adaptación de las
proporciones a las necesidades de la visión. Durante la Edad Media se retoman
las ideas de Platón y se introduce la idea agustiniana de que Dios ha dispuesto
todas las cosas según un orden.
En la pintura, la proporción
adquiere una gran fuerza durante el Renacimiento considerándola como un
requisito imprescindible de la auténtica belleza.
Nuestro autor rescata en este
punto la opinión de Tomás de Aquino, quien al requisito de la proporcionalidad
añadía el de claridad e integridad, y definía la proporcionalidad como un valor
ético y un principio de adecuación al fin.
A lo largo de la historia se ha
vinculado la proporción a la belleza, sin embargo el sentido de esa proporción
no ha sido siempre el mismo.
FRANCISCA
ROCÍO LÓPEZ SÁEZ
"La belleza como
proporción y armonía", pp. 61-98.
ECO, U. (2004)
Historia de la belleza, Lumen, Capítulo III.
El número y la música
Desde la antigüedad la belleza se
definía como proporción y más tarde como orden. Los pitagóricos fueron los
primeros en estudiar las relaciones matemáticas de los sonidos musicales. La
idea de la armonía musical se asocia a cualquier regla para la producción de lo
bello. Esta idea de proporción se trasmite a la edad media a través de la obra
de Boedio (siglos IV y V d.C)
La proporción arquitectónica
La tetraktys pitagórica es la figura
simbólica en la que se condensa de forma perfecta y ejemplar la
reducción de lo numérico a lo espacial, de lo aritmético a lo geométrico. Esta
idea también la encontraremos en Platón y en el dialogo Timeo. Tras la invención
de la imprenta se harán numerosas ediciones de Leonardo con diagramas y dibujos
cada vez más rigurosos. El principio de proporción aparece también en la
arquitectura como alusión simbólica y mística (estructuras pentagonales del
arte gótico).
El cuerpo humano
Desde los primeros pitagóricos se habla
de un equilibrio obtenido entre dos entidades opuestas, dos elementos
contradictorios entre si y que se vuelven armónicos sol porque se contraponen
convirtiéndose en simetría una vez transformada al plano de las relaciones
visuales. Más adelante el artista del siglo VI tenía que representas aquella
belleza de la que hablaban los poetas en piedra. Uno de los primeros requisitos
de una buena forma era el de la justa proporción y simetría de manera que el artista
hacia iguales los ojos, senos o piernas. Dos siglos más tarde Policleto crearía
el canon de belleza porque en su escultura se plasmaban todas las reglas para
una proporción correcta. Los egipcios seguían un canon distinto al griego el
cual marcaba medidas cuantitativas fijas. Cabe decir también que después
Vitrubio distinguirá la proporción de la euritmia que es la adaptación a las
necesidades de visión. En la edad media aparénteme no se aplican
reglas de proporción, ya que se centran en lo espiritual. La cultura medieval
partirá de la medida platónica, es decir que el número adopta significados
simbólicos basados en una serie de correspondencias estéticas. Los números
cuatro y cinco se convierten en unos números centrales y resolutorios.
El cosmos y la naturaleza
Los pitagóricos consideran que el alma y
el cuerpo del hombre están sometidos a las mismas reglas que regulan los
fenómenos musicales y estas mismas proporciones se encuentran en la armonía del
cosmos de kodo que el mundo en que vivimos y el universo entero están unidos
por u a misma regla matemática y estética a la vez. Esta regla se manifiesta en
la música mundana. La naturaleza es la que rige este mundo. También las cosas
feas se componen en la armonía del mundo por proporción y contraste. La belleza
nace de estos contrastes también ya que el mal en el orden se
vuelve bello porque de él nace el bien y junto a él, el bien
resplandece más.
Las otras artes
La estética de la proporción ha adoptado
formas diversas cada vez más complejas y revelan la ambición de las artes
plásticas de ponerse al mismo nivel matemático que la música. Donde los
estudios matemáticos alcanzan la máxima precisión es en la práctica
renacentista de la perspectiva que era precisa y realista pero también bella y agradable
a la, vista.
La adecuación al fin
Para Tomas de Aquino la proporción es un
valor ético en el sentido que la acción virtuosa es la realización de una justa
proporción de palabras y actos según una ley racional y por eso no hay que
hablar de belleza moral. El principio es el de adecuación al fin al que está
destinado algo. La belleza es colaboración mutua entre las cosas.
La proporción en la historia
El hecho de que los artistas estuvieran
anclados a una noción puramente ideal de armonía era típico de una época de
gran crisis como eran los primeros siglos de la edad media. Sin embargo no hay
que pensar que estos teóricos fueran insensibles al placer físico de los
sonidos con formas visibles. No obstante parece que en la edad media existía
una disparidad entre el ideal de proporción y lo que se representaba como
proporcionado.
Conclusión personal
Después de haber leído este capítulo mi
opinión personal sobre el mismo es que parece que en todos los siglos se ha
hablado de la belleza de la proporción pero según las épocas el sentido de esta
proporción ha ido cambiando de manera regular. A lo largo de la historia ha
habido distintos ideales de proporción. Es bastante distinta la concepción de
proporción de esculturas de los griegos de la de los tiempos pitagóricos.
Por último también concluiría con la
idea de que cuando la proporción se quiere interpretar como regla no se
consiguen los mejores resultados. Un punto positivo es que conforme va
avanzando la historia hacia el Renacimiento esta idea de proporción de va
liberando a favor del ideal de belleza yendo más allá de las reglas
matemáticas.
APLICACIÓN EN EL AULA.
Finalmente, añadiría que el tema de la
proporción y la armonía estética podrían tratarse en clase de plástica de
muchas maneras. Una de ellas por ejemplo sería realizar un molde del cuerpo
humano con plastilina. La actividad se desarrollaría de manera individual y les
llevaría unos 30 minutos de clase. El tiempo restante lo ocuparía el maestro
explicándoles ciertas pautas que tienen que tener en cuenta a la hora de
diseñar un molde del cuerpo humano. Esto no quiere decir que tengan unas normal
fijas como les ocurría a los artistas más primitivos sino simplemente tener en
cuenta por ejemplo que la cabeza no puede ser más ancha que los hombros o que
los brazos no puedes ser igual de largos que las piernas. Cabria la posibilidad
de ponerles un poco de música clásica mientas trabajan sus moldes y ya también
aprovechar mientras trabajan para explicarles un poco como se trataba este tema
a lo largo de la historia. Por último, cuando hayan terminado sus moldes les
pediremos a nuestros alumnos que nos digan en que partes del molde se han visto
mas sujetos a ciertas normas (por ejemplo con la cabeza que no puede ser
modelada de muchas formas) y en que otras se han visto más libres creando y por
qué lo han hecho así (por ejemplo con el pelo o la complexión general del cuerpo
que pueden varían ampliamente).
“El arte y los
artistas”. Introducción a La Historia
del Arte. pp. 15-37.
GOMBRICH, E.
No existe el arte como tal, lo que hace
el arte son los artistas. Ese arte creado por los artistas puede significar
muchas cosas distintas teniendo en cuenta la época, lugares o ideales. La
confusión a la hora de calificar algo como arte crea una confusión que proviene
de que varían mucho los gustos y criterios acerca de la belleza o la expresión.
De hecho en muchas ocasiones es la expresión de un personaje en un cuadro la
que hace que este nos guste o no. En los tiempos más primitivos lo que
resultaba más impresionante era ver como se esforzaban en plasmar los
sentimientos que querían transmitir. Además se sentía aversión por obras que consideraban
pintadas erróneamente, ya que el artista estaba obligado a 'saber más'. Ahora
bien, tenemos que tener en cuenta dos cosas fundamentales a la hora de juzgar
un tipo de arte. La primera es los motivos que tuvo el artista para hacerlo y
la segunda es nunca condenar una obra por estar incorrectamente dibujada.
Siempre tendemos a aceptar colores o formas convencionales como si fueran
exactos y no es difícil desprenderse de esos convencionalismos, sin embargo los
artistas que se alejan de esos convencionalismos son los que con frecuencia
realizan las obras más impresionantes. De este modo nos enseñan a contemplar
nuevos atractivos en la naturaleza, libres de costumbres y prejuicios. Cabe
mencionar las obras de personajes bíblicos en las cuales se ha plasmado la
imagen de Jesucristo con forma humana y muchos consideraban que alejarse de
esas formas tradicionales era una blasfemia, como ocurrió con Caravaggio que al
retratar a San Mateo lo hizo de una forma fuera de lo convencional o aceptado
en esa época y carente de respeto hacia el santo y tuvo que repetirlo. La
segunda vez no quiso aventurarse y lo hizo el cuadro siguiendo estrictamente
los patrones aceptados por la sociedad de aquel entonces.
Es cierto que algunos artistas a lo
largo de la historia han tratado de formular leyes de su arte pero resulta que
los artistas que intentan seguir esas reglas a menudo hacen trabajos mediocres,
por otro los grandes artistas los cuales prescinden de ellas logran armonías
que no podrían haber sido logradas siguiendo ninguna regla.
Nunca se acaba de aprender en el mundo
del arte ya que siempre hay algo nuevo que descubrir. Es un mundo emocionante
con sus reglas particulares o sin ellas.
Conclusión personal
Después de haber leído este capítulo
sobre el arte y los artistas añadiré como conclusión personal que en el arte no
se pueden aplicar reglas, leyes, modelos ni convencionalismos ya que cada
artista ya se encuentre en una época u otra va a desarrollar su obra de arte
desde sus propios sentimientos, plasmando lo que él cree correcto para
transmitir uno o varios sentimientos. Por otro lado estoy totalmente de acuerdo
con la idea que expone el texto de que los autores que han tratado de crear
arte siguiendo leyes no han podido ni podrán lograr el éxito o aceptación del público
ya que de alguna manera no se está pudiendo expresar libremente, está sujeto a
aplicar reglas artistas como si de una ecuación se tratara. Por el contrario
las obras libres de convencionalismos y reglas son las que más triunfan y llama
la atención ya que nos sorprenden con nuevos ideales de belleza y expresión y
es ese el fin del arte.
APLICACIÓN EN EL AULA.
Este es un tema que podría aplicarse en
el aula de primaria de muchas maneras. Por ejemplo podríamos ponerles modelo
para entender este tema el problema que le ocurrió a Caravaggio con el cuadro
de San Mateo. Explicarles la historia, es decir que se le encomendó y que hizo
él y porque tuvo que repetirlo. Creo que con esta historia les quedara bastante
clara la idea general que trata este capítulo. A continuación agruparemos a
nuestros alumnos por parejas. Uno de ellos tendrá que hacer un dibujo siguiendo
un modelo ( por ejemplo un personaje de dibujos animados) y el otro crearlo
según sus ideas, gustos y preferencias. A continuación les pediremos a nuestros
alumnos que nos digan que criterios han seguido para dibujar un tipo de
personaje u otro por medio de preguntas lanzadas por el maestro de tipo has
usado tu imaginación? Has seguido un modelo que ya existía lo has creado tu
personalmente? Por qué lo has creado así? De esta manera verán que unos se han
visto limitados a unos convencionalismos ya fijados y otros habrán trabajado
libremente y expresado su idea de superhéroe, princesa o monstruo a través de
sus dibujos.
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