sábado, 14 de diciembre de 2013

TEMA 2

LA APRECIACIÓN PLÁSTICA DE ESTILOS ARTÍSTICOS.
LA NECESIDAD DE JUICIOS CRÍTICOS.


LAURA NICOLÁS GAMBÍN

“El arte y los artistas” Introducción a La Historia del Arte.
Gombrich, E.


Este autor nos muestra la evolución de la percepción del arte y de los artistas. Todo comienza desde los hombres que utilizaban tierra coloreada para pintar en sus cuevas las gruesas formas de animales cazados hasta la moderna concepción del arte grafitero en las calles. A todas estas actividades las podemos denominar arte, la cuestión es que no todo el mundo está de acuerdo, para algunos a los que un cuadro les inspira belleza para otros puede ser una aberración al arte, no todos tenemos el mismo significado de belleza, los mismos gustos o preferencias.

Gombrich también hace referencia a la expresión facial o corporal de un personaje de un cuadro, cuyos rasgos le hacen parecer realistas. Cuando la gente tiene su primer contacto con el arte casi siempre entienden que si un cuadro no está realizado con tal precisión y detallismo como para que aparente ser realista, tachan al autor como pésimo o evalúan el resultado como incorrecto.  Pero sin ir más lejos, el autor nos muestra dos obras de diferentes autores, un cuadro de Durero (1502) con la imagen de un conejo pintado con acuarela y con el más mínimo detalle trazado y por otro lado nos muestra el cuadro de Rembrandt (1637), Elefante, el cual se realizó con pocas trazas pero con las necesarias para trasmitir la dureza y las arrugas de la piel del elefante, los dos representan a un animal con todas las características que poseen, la diferencia es el modo de hacerlo o representarlo pero la perfección es algo de lo que no carece ninguno de los dos.

Adelantándonos un poco en la historia llegamos al arte moderno, el cual fue una revolución muy criticada pues se creía que el artista “estaba obligado a saber más”. Los autores del arte moderno pintaban su manera de ver las cosas, por ejemplo Gallo de Picasso (1938), está claro que la imagen es un gallo pero no como los que se veían en los corrales sino más bien una caricatura del animal. Esto era lo que la gente criticaba, pero los artistas de esta época tenían conocimientos sobrados como para hacer un dibujo con corrección.

El autor de este documento apunta  una gran verdad, “lo que nosotros llamamos obras de arte no constituyen el resultado de alguna misteriosa actividad, si no que son objetos realizados por y para seres humanos. Cada uno de sus rasgos es el resultado de una decisión del artista”.

En conclusión, las palabras de este autor me resultan conocidas y una iluminación para aquellos que critican sin saber, he oído frases como: “eso lo hago hasta yo”, es posible, pero el bagaje cultural que lleva a unos artistas, con conocimientos suficientes de pintar “con corrección”, a representar una emoción, una palabra, un paisaje o una figura, con dos manchas rojas y una línea azul sobre un lienzo es difícil que cualquiera pueda representarlo. Una vez tuve la oportunidad de hablar con Alberto Sevilla y Miguel Fructuoso, dos artistas murcianos que para mí son de mucha categoría, durante la conversación salió este tema y ambos coincidieron con el autor diciendo que ellos podían realizar un cuadro a todo lujo de detalles, pero que para ellos esta forma de pintar no era su forma de expresión. Por tanto pensemos antes de criticar, independientemente de si nos gusta o no un cuadro, el punto de vista del autor, que idea o que le surgió a este para crear una obra. 


PEPA RUBIO SÁNCHEZ


“El arte y los artistas” (E.H. Gombrich).

El extracto que hemos estudiado pertenece a la obra de Gombrich, “La historia del arte”, dirigida a jóvenes lectores y que constituye un aprendizaje constructivo de los hitos del arte. Esta es una de las más famosas obras sobre arte y supone una introducción al arte en su globalidad. Tanto su difusión como la crítica que obtuvo refuerzan su importancia.

El autor comienza este capítulo haciendo referencia a la idea de que no existe el arte sin el artista. Una obra no puede ser calificada de arte si no hay una persona o artista que con ella quiere transmitir un sentimiento, una idea o un deseo. Cuando se analiza una obra, sea del carácter que sea, se tienen en cuenta muchos aspectos como la belleza, el sentimiento que quiere transmitir el autor, la destreza del artista, etc. Sin embargo, el autor del artículo señala que uno de los requisitos que debemos cumplir para poder contemplar una obra, y es desprendernos de costumbres y prejuicios.

Dicho esto, nuestro autor también recuerda que es imposible fijar unas normas a través de las cuales se determine lo que es o no es arte. De hecho, como expone el autor a lo largo del artículo, el arte se ha percibido de formas distintas a lo largo de la historia. Aspectos que han sido en otros momentos considerados erróneos o faltos de técnica, han sido considerados en otros momentos como grandes obras de arte que han conseguido transmitir fielmente el pensamiento de su artista y ha conseguido conectar el observador.

Gombrich quiere acercar al lector a la importancia de una obra o artista a través de los hitos de la historia del arte. Nos guía  a través de la historia desde los primeros pobladores hasta nuestros días. Sin duda, la obra de Gombrich es considerada una obra clave para cualquiera, independientemente de sus conocimientos previos en la materia, que quiere sumergirse en el mundo del arte.


“La belleza como proporción y armonía” (Eco, U).

El extracto pertenece a la obra de Umberto Eco “La historia y la belleza” publicada en 2005. El autor pretende acercarse a la belleza de distintos elementos.

Hace referencia en primer lugar al número y la música. Umberto mantiene que el sentido común dice que la belleza está en la proporción. Como recuerda, es Pitágoras el primero que busca vínculos entre las matemáticas y la estética. Nace así una visión matemático-estético del universo. Según Pitágoras, las cosas existen porque en ellas se cumplen leyes matemáticas, de modo que estas leyes se convierten en condición de existencia y de belleza. En el ámbito musical, la proporcionalidad se desarrolla a través de la armonía.

Con respecto a la arquitectura, nuestro autor vincula las relaciones de los intervalos entre elementos arquitectónicos con las relaciones que regulan los intervalos musicales. Aquella concepción matemática del mundo aparece de nuevo con Platón.

En lo que concierne a la proporción en el cuerpo humano, Umberto rescata la proporción correcta que refleja la estatua de Policleto del siglo IV a.C. Estas proporciones se adaptan a la visión del espectador. La euritmia hace referencia a la adaptación de las proporciones a las necesidades de la visión. Durante la Edad Media se retoman las ideas de Platón y se introduce la idea agustiniana de que Dios ha dispuesto todas las cosas según un orden.

En la pintura, la proporción adquiere una gran fuerza durante el Renacimiento considerándola como un requisito imprescindible de la auténtica belleza.

Nuestro autor rescata en este punto la opinión de Tomás de Aquino, quien al requisito de la proporcionalidad añadía el de claridad e integridad, y definía la proporcionalidad como un valor ético y un principio de adecuación al fin.

A lo largo de la historia se ha vinculado la proporción a la belleza, sin embargo el sentido de esa proporción no ha sido siempre el mismo.

 

FRANCISCA ROCÍO LÓPEZ SÁEZ

"La belleza como proporción y  armonía", pp. 61-98.
ECO, U. (2004) Historia de la belleza, Lumen, Capítulo III.

El número y la música

Desde la antigüedad la belleza se definía como proporción y más tarde como orden. Los pitagóricos fueron los primeros en estudiar las relaciones matemáticas de los sonidos musicales. La idea de la armonía musical se asocia a cualquier regla para la producción de lo bello. Esta idea de proporción se trasmite a la edad media a través de la obra de Boedio (siglos IV y V d.C)

La proporción arquitectónica

La tetraktys pitagórica es la figura simbólica  en la que se condensa de forma perfecta y ejemplar la reducción de lo numérico a lo espacial, de lo aritmético a lo geométrico. Esta idea también la encontraremos en Platón y en el dialogo Timeo. Tras la invención de la imprenta se harán numerosas ediciones de Leonardo con diagramas y dibujos cada vez más rigurosos. El principio de proporción aparece también en la arquitectura como alusión simbólica y mística (estructuras pentagonales del arte gótico).

El cuerpo humano

Desde los primeros pitagóricos se habla de un equilibrio obtenido entre dos entidades opuestas, dos elementos contradictorios entre si y que se vuelven armónicos sol porque se contraponen convirtiéndose en simetría una vez transformada al plano de las relaciones visuales. Más adelante el artista del siglo VI tenía que representas aquella belleza de la que hablaban los poetas en piedra. Uno de los primeros requisitos de una buena forma era el de la justa proporción y simetría de manera que el artista hacia iguales los ojos, senos o piernas. Dos siglos más tarde Policleto crearía el canon de belleza porque en su escultura se plasmaban todas las reglas para una proporción correcta. Los egipcios seguían un canon distinto al griego el cual marcaba medidas cuantitativas fijas. Cabe decir también que después Vitrubio distinguirá la proporción de la euritmia que es la adaptación a las necesidades de visión. En  la edad media aparénteme no se aplican reglas de proporción, ya que se centran en lo espiritual. La cultura medieval partirá de la medida platónica, es decir que el número adopta significados simbólicos basados en una serie de correspondencias estéticas. Los números cuatro y cinco se convierten en unos números centrales y resolutorios.

El cosmos y la naturaleza

Los pitagóricos consideran que el alma y el cuerpo del hombre están sometidos a las mismas reglas que regulan los fenómenos musicales y estas mismas proporciones se encuentran en la armonía del cosmos de kodo que el mundo en que vivimos y el universo entero están unidos por u a misma regla matemática y estética a la vez. Esta regla se manifiesta en la música mundana. La naturaleza es la que rige este mundo. También las cosas feas se componen en la armonía del mundo por proporción y contraste. La belleza nace de estos contrastes también ya que el mal en el orden se vuelve  bello porque de él nace el bien y junto a él, el bien resplandece más.

Las otras artes

La estética de la proporción ha adoptado formas diversas cada vez más complejas y revelan la ambición de las artes plásticas de ponerse al mismo nivel matemático que la música. Donde los estudios matemáticos alcanzan la máxima precisión es en la práctica renacentista de la perspectiva que era precisa y realista pero también bella y agradable a la, vista.

La adecuación al fin

Para Tomas de Aquino la proporción es un valor ético en el sentido que la acción virtuosa es la realización de una justa proporción de palabras y actos según una ley racional y por eso no hay que hablar de belleza moral. El principio es el de adecuación al fin al que está destinado algo. La belleza es colaboración mutua entre las cosas.

La proporción en la historia

El hecho de que los artistas estuvieran anclados a una noción puramente ideal de armonía era típico de una época de gran crisis como eran los primeros siglos de la edad media. Sin embargo no hay que pensar que estos teóricos fueran insensibles al placer físico de los sonidos con formas visibles. No obstante parece que en la edad media existía una disparidad entre el ideal de proporción y lo que se representaba como proporcionado.

Conclusión personal
Después de haber leído este capítulo mi opinión personal sobre el mismo es que parece que en todos los siglos se ha hablado de la belleza de la proporción pero según las épocas el sentido de esta proporción ha ido cambiando de manera regular. A lo largo de la historia ha habido distintos ideales de proporción. Es bastante distinta la concepción de proporción de esculturas de los griegos de la de los tiempos pitagóricos.

Por último también concluiría con la idea de que cuando la proporción se quiere interpretar como regla no se consiguen los mejores resultados. Un punto positivo es que conforme va avanzando la historia hacia el Renacimiento esta idea de proporción de va liberando a favor del ideal de belleza yendo más allá de las reglas matemáticas.

APLICACIÓN EN EL AULA.
Finalmente, añadiría que el tema de la proporción y la armonía estética podrían tratarse en clase de plástica de muchas maneras. Una de ellas por ejemplo sería realizar un molde del cuerpo humano con plastilina. La actividad se desarrollaría de manera individual y les llevaría unos 30 minutos de clase. El tiempo restante lo ocuparía el maestro explicándoles ciertas pautas que tienen que tener en cuenta a la hora de diseñar un molde del cuerpo humano. Esto no quiere decir que tengan unas normal fijas como les ocurría a los artistas más primitivos sino simplemente tener en cuenta por ejemplo que la cabeza no puede ser más ancha que los hombros o que los brazos no puedes ser igual de largos que las piernas. Cabria la posibilidad de ponerles un poco de música clásica mientas trabajan sus moldes y ya también aprovechar mientras trabajan para explicarles un poco como se trataba este tema a lo largo de la historia. Por último, cuando hayan terminado sus moldes les pediremos a nuestros alumnos que nos digan en que partes del molde se han visto mas sujetos a ciertas normas (por ejemplo con la cabeza que no puede ser modelada de muchas formas) y en que otras se han visto más libres creando y por qué lo han hecho así (por ejemplo con el pelo o la complexión general del cuerpo que pueden varían ampliamente).


“El arte y los artistas”.  Introducción a La Historia del Arte. pp. 15-37.
GOMBRICH, E.

No existe el arte como tal, lo que hace el arte son los artistas. Ese arte creado por los artistas puede significar muchas cosas distintas teniendo en cuenta la época, lugares o ideales. La confusión a la hora de calificar algo como arte crea una confusión que proviene de que varían mucho los gustos y criterios acerca de la belleza o la expresión. De hecho en muchas ocasiones es la expresión de un personaje en un cuadro la que hace que este nos guste o no. En los tiempos más primitivos lo que resultaba más impresionante era ver como se esforzaban en plasmar los sentimientos que querían transmitir. Además se sentía aversión por obras que consideraban pintadas erróneamente, ya que el artista estaba obligado a 'saber más'. Ahora bien, tenemos que tener en cuenta dos cosas fundamentales a la hora de juzgar un tipo de arte. La primera es los motivos que tuvo el artista para hacerlo y la segunda es nunca condenar una obra por estar incorrectamente dibujada. Siempre tendemos a aceptar colores o formas convencionales como si fueran exactos y no es difícil desprenderse de esos convencionalismos, sin embargo los artistas que se alejan de esos convencionalismos son los que con frecuencia realizan las obras más impresionantes. De este modo nos enseñan a contemplar nuevos atractivos en la naturaleza, libres de costumbres y prejuicios. Cabe mencionar las obras de personajes bíblicos en las cuales se ha plasmado la imagen de Jesucristo con forma humana y muchos consideraban que alejarse de esas formas tradicionales era una blasfemia, como ocurrió con Caravaggio que al retratar a San Mateo lo hizo de una forma fuera de lo convencional o aceptado en esa época y carente de respeto hacia el santo y tuvo que repetirlo. La segunda vez no quiso aventurarse y lo hizo el cuadro siguiendo estrictamente los patrones aceptados por la sociedad de aquel entonces.
Es cierto que algunos artistas a lo largo de la historia han tratado de formular leyes de su arte pero resulta que los artistas que intentan seguir esas reglas a menudo hacen trabajos mediocres, por otro los grandes artistas los cuales prescinden de ellas logran armonías que no podrían haber sido logradas siguiendo ninguna regla.
Nunca se acaba de aprender en el mundo del arte ya que siempre hay algo nuevo que descubrir. Es un mundo emocionante con sus reglas particulares o sin ellas.

Conclusión personal
Después de haber leído este capítulo sobre el arte y los artistas añadiré como conclusión personal que en el arte no se pueden aplicar reglas, leyes, modelos ni convencionalismos ya que cada artista ya se encuentre en una época u otra va a desarrollar su obra de arte desde sus propios sentimientos, plasmando lo que él cree correcto para transmitir uno o varios sentimientos. Por otro lado estoy totalmente de acuerdo con la idea que expone el texto de que los autores que han tratado de crear arte siguiendo leyes no han podido ni podrán lograr el éxito o aceptación del público ya que de alguna manera no se está pudiendo expresar libremente, está sujeto a aplicar reglas artistas como si de una ecuación se tratara. Por el contrario las obras libres de convencionalismos y reglas son las que más triunfan y llama la atención ya que nos sorprenden con nuevos ideales de belleza y expresión y es ese el fin del arte.

APLICACIÓN EN EL AULA.
Este es un tema que podría aplicarse en el aula de primaria de muchas maneras. Por ejemplo podríamos ponerles modelo para entender este tema el problema que le ocurrió a Caravaggio con el cuadro de San Mateo. Explicarles la historia, es decir que se le encomendó y que hizo él y porque tuvo que repetirlo. Creo que con esta historia les quedara bastante clara la idea general que trata este capítulo. A continuación agruparemos a nuestros alumnos por parejas. Uno de ellos tendrá que hacer un dibujo siguiendo un modelo ( por ejemplo un personaje de dibujos animados) y el otro crearlo según sus ideas, gustos y preferencias. A continuación les pediremos a nuestros alumnos que nos digan que criterios han seguido para dibujar un tipo de personaje u otro por medio de preguntas lanzadas por el maestro de tipo has usado tu imaginación? Has seguido un modelo que ya existía lo has creado tu personalmente? Por qué lo has creado así? De esta manera verán que unos se han visto limitados a unos convencionalismos ya fijados y otros habrán trabajado libremente y expresado su idea de superhéroe, princesa o monstruo a través de sus dibujos.


 

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